ÉTICA DEL ETIQUETADO: ¿por qué son importantes las etiquetas en nuestro pescado? por Claudia Aragón
ÉTICA DEL ETIQUETADO: ¿por qué son importantes las etiquetas en nuestro pescado?
Según estudios realizados, uno de cada cinco pescados está mal etiquetado.
El mal etiquetado se puede dar en toda la cadena del sector del pescado: el minorista, el mayorista, la distribución, la importación/exportación, el envasado y el desembarque.
Aunque el pescado es uno de los alimentos más populares, se da poca o ninguna información a los consumidores en la etiqueta, que es con frecuencia fraudulenta.
El 12% del pescado que es vendido en España presenta un mal etiquetado, doblando así el porcentaje de la Unión Europea (6%), según los resultados del plan de control a nivel europeo.
Además, esto es perjudicial a la hora de poder determinar el estado de conservación de diferentes especies puesto que los datos no son 100% reales o se carece de información la cual la mayoría se pierde por el erróneo reconocimiento de estas.
Se estima que el fraude en pescado alcanza al 34 % de las transacciones a nivel global, afectando tanto económicamente como a la salud pública o al medio ambiente.
Los principales tipos de fraude son:
La substitución de especies: es el fraude más común consistente en reemplazar una especie de alto valor económico por una de menor valor.
La substitución pesquera: substituir un producto de una pesquería de mala reputación por una de buena reputación, como también pasa con las áreas de pesca sostenibles.
Pesca ilegal, no declarada y no regulada: incluye el pescado capturado por encima de la cuota permitida, el pescado de talla inferior a la reglamentaria o el pescado por buques sin licencia. Resulta difícil detectar el pescado legal del ilegal una vez que se ha iniciado el procesado.
Fraude por el método de captura: substitución del pescado capturado por un método que no corresponde con el que se declara. Por ejemplo, vender pescado de piscifactoría como pescado salvaje o pescado de arrastre por pescado de palangre.
Bienestar animal: aunque también se pone en evidencia el bienestar de los peces capturados en medio silvestre, el punto de mira está en las especies de piscifactorías, debido a las tremendamente altas densidades de población, los métodos de sacrificio y el transporte de animales vivos.
Entre las consecuencias del fraude se encuentran:
• Posible riesgo para la salud humana. Las especies que son substituidas por otras pueden estar repletas de parásitos, productos químicos ambientales, medicamentos, metales pesados como el mercurio y otras toxinas naturales.
• Debido a la continua “aceptación” que existe en Europa del pescado capturado ilegalmente se genera un agotamiento medioambiental que amenaza también a las comunidades que viven de la pesca legítima.
• Información engañosa sobre la abundancia del pescado y el estado del medio marino. El mal etiquetado dificulta el consumo sostenible, puesto que impide al consumidor hacer compras conscientes sobre esa determinada especie.
El etiquetado de los alimentos, de acuerdo con el artículo 35 del Reglamento (UE) 1379/2013 tiene que contener la siguiente información obligatoria :
a) La denominación comercial de la especie y su nombre científico.
b) El método de producción, en particular mediante las siguientes palabras: «… capturado …» o «… capturado en agua dulce …» o «… de cría …»
c) La zona de captura o de cría del producto y la categoría de arte de pesca utilizado en las pesquerías extractivas.
d) Si el producto ha sido descongelado. e) La fecha de duración mínima, cuando proceda.
Además de la información obligatoria exigida en aplicación del artículo 35, podrá facilitarse información voluntaria siempre que sea clara y sin ambigüedades. Es necesario crear más campañas de sensibilización para que tanto los consumidores como los productores tengan más regularización a la hora de poder evitar estas situaciones.